“Yo sentí, viví, aprendí y soñé con GCL” 

“Mis papás siempre estuvieron muy contentos con el colegio, disfrutaban de asistir a todas las actividades programadas en el año escolar”.

Con estas palabras Nicolás Guevara Grosso egresado del GCL expresa la importancia, la tranquilidad y  seguridad que le transmitió el colegio a sus papás, al estudiar durante 6 años en nuestro colegio y realizar innumerables logros en diferentes ámbitos. 

Para la familia Guevara Grosso era indispensable contar con una educación especializada, enfocada en las necesidades de su hijo, en los proyectos deportivos, lúdicos y adicionales que quisiera desarrollar fuera del colegio.

Por ende, tanto GCL como el núcleo familiar se orientaron a buscar las herramientas necesarias para alcanzar las metas propuestas, y es allí donde la satisfacción y los triunfos tomaron el protagonismo necesario, para despertar en “Nico” como le dicen de cariño, el impulso preciso para destacarse en diferentes entornos. 

“El Gimnasio Campestre Los Laureles es un colegio diferente, que proporciona las bases esenciales  para construir un excelente proyecto vida, además de formar extraordinarios seres humanos, llenos de valores, integralidad e instrumentos para desenvolverse en su diario vivir”.

Es un trabajo en equipo, de profesores, rectoría, personal administrativo, colaboradores y la familia que acompaña a los niños y niñas en su paso por el colegio.

Orgullosamente hemos exaltado el desempeño de Nicolás, porque fue el primer estudiante en adquirir la certificación de Cambridge bajo el nivel C1, además logró el mejor icfes de la promoción 2016.

Este hecho le permitió a través del colegio postularse a una beca en  la Universidad de La Sabana. Actualmente estudia ingeniería mecánica y cada semestre la universidad le subsidia el 70% del valor total.

Nico también participa en un grupo de rock, tocando guitarra y piano, este último lo afianzó y lo desarrolló dentro del colegio. 

“Yo le diría a los niños que están en el colegio que lo aprovechen, porque Los Laureles tiene variedad en todo, en deportes, idiomas y asignaturas, asimismo que disfruten del colegio todo el tiempo, porque lo que viene es totalmente distinto”.

Afirma Nicolás desde su paso por la universidad, también resalta la importancia del inglés, su funcionalidad en el proyecto de vida y el diferencial que causa en los laurecianos, como también lo hacen las cátedras únicas que tiene el colegio, permitiendo que los estudiantes “ nos ahorremos muchos pasos y logremos ser más competitivos con respecto al mercado laboral”.

Nico extraña muchas cosas del colegio, entre ellas el restaurante escolar  con sus platos estrella como el ajiaco o el arroz con pollo, añora la amabilidad de todos los colaboradores y recuerda mucho los momentos felices que GCL le originó en su transcurso escolar.

Hoy agradece y se enorgullece por ser parte de un proyecto que cambia vidas, abre caminos y liga la felicidad con el aprendizaje.